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"LOS VINOS DE AGUSTÍN LANÚS"

18/06/2020 Martín Ignacio Gil
"LOS VINOS DE AGUSTÍN LANÚS"

Antes de que la pandemia mundial sea noticia y generé su cuarentena el cese de todos los eventos del mundo del vino, el Ingeniero Agrónomo Agustín Lanús estuvo por Buenos Aires y presentó todo su portfolio en Ozono Tienda de Vinos junto con algunas perlitas. 

Porteño de nacimiento, pero adoptado por Cafayate desde hace varios años, recorrió el mundo haciendo vendimias y tiene un Master of Sciense en Viticultura y Enología del programa Vinifera EuroMaster.



EL COMIENZO


En el inicio de la charla, Agustín aclaró: "Yo soy de Buenos Aires, estudié Agronomía como se da acá, sobre ganadería y agricultura, no vengo de una familia del mundo del vino, es más, mi viejo no toma vino, (risas), bueno, ahora toma un poco más. Y yo fanático de la Agronomía pero de Buenos Aires, de la llanura pampeana, siempre quise ser agrónomo y supe que no iba a vivir en Buenos Aires. Entonces, en segundo año de la carrera, como tenía un poco más de tiempo, me metí en un curso de gastronomía y de vinos, porque me gusta cocinar, en el Centro de Enólogos de Buenos Aires. Y el curso estaba muy focalizado en la viticultura y enología que era lo que a mí me divertía aprender. Y me acuerdo que a la tercera o cuarta clase, dije, esto es lo mío. Me volví loco y me encanto la agronomía del vino, el estudio de los suelos, la fisiología, la climatología, la Edafología, todo se lleva a la máxima expresión. Y lo más lindo, en comparación por ejemplo con la soja, es que la cosechas y ya no sabes para donde va, si a China o donde, en cambio, en el vino podes seguir todo el recorrido, desde la parte más agronómica, estudiando la vid, hasta la parte comercial, diseñando etiquetas, por ello me llamó mucho la atención. Luego, enseguida empecé a trabajar en una consultora como Sommelier en distintas bodegas, y justo se dio el concurso Vinos Sub-30 que estaban buscando un catador para una guía que se llamaba Austral Spectator, que era de Sudamérica y muy grande. Éramos diez catadores, de los cuáles estaban Brasco, Andrés Rosberg, Marina Beltrame entre otros. Ahí estuve cuatro años probando vinos de Sudamérica, y esa práctica fue clave para mí porque de la parte agronómica, pase a la parte más sensorial".



TROTAMUNDOS


Respecto de su periplo por distintas partes del mundo, describió: "A fines del 2003 hice mi primera vendimia en Benegas en Mendoza, después me fui a Chile, después a Sudáfrica, luego a Portugal y España seis meses, volví y fui a Rutini en Tupungato. Y mientras que estaba trabajando en España, un enólogo australiano me comenta que había abierto un Master Internacional en el que se habían juntado las siete universidades más tradicionales de enología de Europa y que se iba a dictar en Montpellier. Las vacantes eran muy pocas y muy difícil de entrar, y aplique, y recién pude ingresar al tercer o cuarto año en que se hizo. Entonces fue un año allí y tres meses en Bordeaux. Cuando hago esos tres meses que eran más orientados al negocio del vino, consigo un trabajo en Château Beychevelle que no podía rechazar. Entonces me quedé dos años en Francia y dos en Italia donde terminé el Master, que hice mi tesis sobre levaduras indígenas y seleccionadas en Château Beychevelle que está al lado de Château Latour, estuve ocho meses y fue espectacular ese Master. Luego en Italia consigo un trabajo en Ceretto y ahí conozco a un chileno de Concha y Toro que me dice, necesitamos un enólogo, entonces me llevan a Chile a una entrevista y allí me pasa a buscar Stefano Gandolini, que es con el que hoy hago el Aguayo, él es mi mentor y un gran amigo. Entonces me pasa a buscar por el aeropuerto y me dice, ¡vos estás loco!, ¿A que vas a ir a Concha y Toro?, una bodega gigante, y como yo había hecho un trabajo de microterruños de los Valles Calchaquíes cuando estuve en Francia y se lo había mandado, por eso me dice, ¡Hace eso de punta a punta que yo te ayudo!. Me convenció y en el 2013 me vengo para el Valle Calchaquí, aterrizo a mediados de febrero, ya iniciada la vendimia a buscar una uva de calidad, y encima siendo porteño, se me complicó un poco conseguirla (risas). Yo conocía al agrónomo de Catena Zapata y él me dijo, ¡Ándate a Chañarmuyo en La Rioja que hay una buena uva!. Yendo para allá, me enamoré del Valle del Hualfín en Catamarca, y ahí arrancamos con malbec. Yo no quería entrar a ninguna bodega sino hacer mi vino, entonces dije me tomo dos años para hacerlo, cambiando asesoramiento por espacio en bodega. Entonces conseguí una bodega en Tucumán que prácticamente estaba abandonada y el dueño necesitaba que la levanten, eso fue clave para arrancar. Además estaba convencido de que si me ponía a trabajar en una bodega lo iba a postergar mucho a mi proyecto personal. Así en el 2013 empezamos, por un lado Aguayo y por otro lado, Altos Terruños, hasta que me llegó una objeción de la marca para registrar en Estados Unidos, entonces tuvimos que cambiarla por Sunal".




SUNAL


"Sunal es un proyecto donde intentamos explorar distintos microclimas y microsuelos del Valle Calchaquí, porque hay mucho por descubrir y además hay una diversidad de altura de casi 1500 msnm, eso te da una variedad increíble a la hora de hacer un vino. El año que comencé explorando distintas zonas hice diez microvinificaciones, fermentación en barrica y elegí cuatro, que son las que hoy están en la botella, que son Hualfín, en Catamarca, Amaicha del Valle, en Tucumán y Pucará y Luracatao en Salta", explicó Agustín.


BAD BROTHERS




"A principios del 2015, uno de los dueños norteamericanos de la Estancia de Cafayate es un enólogo de California y siempre me decía, hagamos un vino, ahí aparece David Galland, que hoy es mi socio en todos los proyectos, fanático de los caballos como yo y habíamos empezado a hacer cabalgatas espectaculares por los cerros, pero del vino lo único que le gustaba era tomarlos, entonces me ayudó como socio capitalista y fue fundamental. Ahí empezamos con el proyecto junto a David y Bill que se llama Bad Brothers, el Bad por Bill, Agustín y David, y Brothers porque nos gustó. Todas las etiquetas las diseña David que es el encargado del marketing del grupo, y la foto del facón es del que era de mi bisabuelo. Cuando empezamos fue mucho laburo, como lo es hacer un vino, marca, etiqueta, todo, y además yo no tengo bodega, alquilo una, y voy buscando acuerdos agrícolas con los productores que a mí me gustan, entonces eso me da una flexibilidad enorme porque voy buscando para mí lo mejor", reconoció el agrónomo. 


LOS VINOS


BAD BROTHERS TORRONTES-VIOGNIER 2018 




"Cafayate me permitía hacer un corte de blancos, porque cuando llegué en ese momento no había ningún corte de torrontés con otra variedad ya que había pocas hechas como varietal. En Francia trabajé mucho con la viognier y siempre me encantó, entonces cuando llegué a Cafayate dije, tiene un clima ideal para esa variedad y empecé a averiguar y no había, sólo Etchart tenía y no lo vendía. Y en esta búsqueda doy con un productor de Tolombón que por equivocación tenía una hectárea de viognier pero que la juntaban toda con torrontés. Lo fui a ver e hicimos un acuerdo, y a partir de allí esa hectárea y media la empecé a trabajar. Lo que me gusta es que el torrontés con toda la carga terpénica que tiene, me di cuenta que a partir de los 2000 msnm empieza a bajar el terpeno, que es la ruda, lo floral tan típico a lo tiolado, que los tioles son los típicos aromas del sauvignon blanc a arveja o esparrago. Entonces necesitaba un componente para que se entienda mejor el vino, y el viognier le da mucho ananá, pero hay que tener mucho cuidado con la cosecha. Así es 75% torrontés 25% viognier, de Tolombón, y allí empezamos con el juego de palabras, Tovio, de torrontés-viognier y después el Mataca, que es malbec-tannat y cabernet", explicito. 


SUNAL ILÓGICO CRIOLLA 2018 ($862)




"La historia con la criolla fue apasionante porque se dio totalmente casual mientras trabajaba en la bodega de Tucumán que me fue a buscar la comunidad indígena de Amaicha del Valle que tienen 90000 hectáreas de la cédula real y es una de las más organizadas, todo se rige por el Cacique y las familias comuneras. Ellos querían hacer una bodega, entonces los empiezo a ayudar y me topo con estás plantas gigantescas que tenían algunas familias, unas 50 o 60. Tienen distintos tipos de criollas pero sobre todo la chica. Y cuando llego querían plantar malbec por todos lados porque era sinónimo de buenos vinos y la criolla era de inferior calidad. Ahí les digo, esperen que primero vamos a elaborar ésta uva, y así en el 2014 fue la primera y en ese momento no había mucha referencia de lo que era la criolla. Ese primero fue un vino rosado muy bueno, ya en el 2015 hicimos 2700 litros, luego empezamos a hacer la criolla y quedó como vino icono de la bodega, más caro incluso que el malbec y ahí me di manija con la variedad. Después en Luracatao, doy con Cuchipampa, a 2700 msnm, que es un paraje muy chiquito, y ahí también, plantas gigantes, unas 230 de las que sacamos 2500 kilos, que la primer cosecha es la 2018.

Luego de la experiencia elaborando criolla desde el 2014, la hago con levadura indígena, bueno, todos mis vinos los hago con indígena, salvo en algunas variedades que no me inspiran confianza los viñedos porque tienen mucho agroquímicos, entonces en esos no me la juego tanto. Pero en todas las viñas en las que estoy involucrado, si, es toda levadura indígena, básicamente porque no se le aplica nada, sólo hormiguicida. Después cuatro o cinco días de prefermentación en frío con una maceración importante y después son masomenos diez días de fermentación, por lo que son unos 14 a 15 días de maceración completa que es bastante para la criolla, y la uva es tan concentrada por eso termina con ese color más oscuro a las habituales", contó el agrónomo.

Y añadió: "En todo lo que es criolla hago vaso, porque laburé un tiempo en Santorini, Grecia, hice una vendimia corta, y ahí lo que pasa es que es una zona volcánica donde tenés mucho viento, entonces lo que se hace es que se entierran los vasos a 35 cm de profundidad para protegerla del viento, en donde el tronco principal está enterrado y toda la canopia está superficial, y cosecharlo no es tan fácil. Así que así va a ser el sistema de conducción en las nuevas fincas con la criolla".  


SUNAL SALVAJE PUCARÁ MALBEC 2018 ($1262) Y SUNAL ILÓGICO MALBEC 2017 ($920)


  


"Tanto el Ilógico como el Sunal Icono son cortes de las zonas que hable, salvo en el primero que no incluye Luracatao en el 2017, esa es la única diferencia. Ósea que en Ilógico son tres terruños y en el icono son cuatro. Sin madera, levaduras indígenas, lo de siempre, un año de tanques de concreto y botella. 

La diferencia entre Pucará y Lucaratao es, primero Luracatao está a 2730msnm, son vinos de suelos muy pesados, de materia orgánica en los primeros centímetros y además pertenece a la zona más antigua de Salta. Entonces te da mucha frescura que es lo típico de la extrema altura, el herbal que se está buscando mucho, naturalmente jarilla, tomillo y muy lineal, ósea, todo lo contrario a un Cafayate o a un Pucará. Acá es elegancia, expresión aromática y frescura. Y Pucará es una bomba en el medio de la boca, un color petróleo muy cargado, suelos más arcillosos, rendimientos muy bajos por problemas de irrigación que tuvo la finca, entonces una uva con extrema altura muy concentrada, mucho medio de boca, mucha tensión, por eso la combinación con Luracatao me da el equilibrio, para que sea un vino más fluido. Por otro parte, Amaicha del Valle es calcáreo puro, salino, muy pedregoso, con muy pocos rendimientos, viñedos nuevos, mucha textura en boca y aromas muy fruta negra. Y Hualfín es como Luracatao, más fluidez, más frescura, mucha rosa, pétalos de rosa y rosa mosqueta que fue lo que más nos impresionó con Stefano. Así es la conjunción de estos cuatro lugares" decribió Lanús.

Y agregó que "a medida que se va abriendo el Pucará, el perfil aromático es aceituna negra como un denominador de lo que es extrema altura, mucha frambuesa, higo, con algo herbal. El viñedo de Hualfín es un parral de 1931 y no tiene estructura, sólo unos quebrachos y es lo mismo que pasa con la criolla, ósea, el tronco principal que va sacando brazos a los costados, entonces a medida que fue creciendo le fueron poniendo como estacas, palos, para que lo sostenga, entonces vos tenés, cinco brazos que todos tienen una estaca, es una enredadera la vid, entonces sino la educas como se hizo después es muy complicado". 


BAD BROTHERS MATACA 2017 




Pasamos a otro proyecto ahora. Agustín explicó: "Mataca, malbec, tannat y cabernet. Este tiene 60% malbec masomenos. El tannat es de Santa María en Catamarca, a 1950 m, suelos muy arenosos hacen un tannat muy concentrado y apretado y así me encanta. Con este también hago el de Facón Selection. El cabernet sauvignon viene de Tolombón y el malbec es un mix entre un parral de Cafayate que es muy chiquitito y desde el 2013 que lo cosecho, y de Hualfín, Catamarca. Una planta para estabilizarse en extrema altura necesita entre 9 y 10 años. Lo que hace naturalmente para proteger la semilla es engrosar la cascara y reduce el rendimiento porque no tiene mucho alimento. Por otro lado, a mayor altura, la concentración de los rayos ultravioletas es mucho mayor y está comprobado científicamente que a mayor grado ultravioleta, más síntesis de polifenoles y antosianos, por eso la intensidad en el color. Está línea es que la más volumen hago, es fácil, jugoso y fluido".


 BAD BROTHERS FACÓN MALBEC 2016, FACÓN CABERNET FRANC 2017, FACÓN CABERNET SAUVIGNON 2017 Y FACÓN TANNAT 2017




Agustín comentó que "todos los Facones tienen 50% de barrica nueva y 50% neutras, que las llamo así porque me construye la boca, me da amalgamiento de taninos pero no me aporta tostados. Cuando laburé dos años en Italia en el Piamonte, y en Barolo vos tenés la nebbiolo que es una variedad muy tánica, muy astringente, entonces para que pueda tener la denominación Barolo, debe tener tres años en madera y un año en botella, el vino si o si debe tener una guarda mínima de cuatro años. Y a mí me gusta esa guarda, porque para mí los grandes vinos tienen que tener esa crianza en madera, el vino necesita tiempo. 

Estos vinos estaban pensados para el mercado de Estados Unidos ya que exportábamos todo". 

"El cabernet franc es de Cafayate, suelos muy arenosos, espaldero, cosechado a principios de marzo con pocos rendimientos. Todos los Facones tienen 18 meses. Lo que hago es agarrar ocho barricas de cada variedad y le meto tres nuevas, una de segundo uso y las otras cuatro neutras, entonces ahí combino y tengo 1800 litros de cada Facón. Luego de los meses en barrica, los trato de dejar un tiempo también en botella" aclaró.


AGUAYO MALBEC 2013 ($1777)




Lanús afirmó: "Este es el vino que hacemos con Stefano, si se fijan la etiqueta está pensado para China, rojo con dorado inspirado en la Quebrada de las Conchas y la hizo la hermana de Stefano que es artista y pinta. Si bien nació para el mercado chino, cuando lo empecé hacer dije, no, y separe algunas botellas para el mercado local. Es malbec de Hualfín 100%, parrales de 1931 y acá hicimos la misma prefermentación en frío de cuatro a cinco días, una maceración muy larga de 40 días y después estuvo 24 meses en barrica neutra. Hualfín es acidez, pétalos de rosas, es impactante". 


SUNAL MALBEC 2014 Y 2015 ($2164)


  


Y para finalizar la presentación, Agustín comentó sobre los Sunal: "Los dos tienen dos años de barrica neutra con alguna nueva y sólo la 2015 huevos de concreto. El tema de las barricas, si bien son nuevas, tienen un tostado para hacer sauvignon blanc o viognier, ni siquiera chardonnay, es decir casi sin tostar. 

La 2014 fueron trece barricas de lo que tenía y sin huevo de concreto y en la 15 si pude incorporar los huevos. En ambas cosechas Luracatao es el viñedo que más predomino, siempre de Amaicha y Hualfín llevan menos".


 


 

Dale click al siguiente link si querés los vinos:

http://www.ozonodrinks.com.ar/products/category/214-bodega-agustin-lanus-wines.html




















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